Si quieres elegir un pescado fresco debes tener en cuenta algunos detalles importantes.
- Lo primero, comprueba que la piel sea de color vivo, las escamas tornasoladas y brillantes, y sin decoloración alguna. No compres piezas cuya piel se desprenda de la carne.
- Fíjate bien en que los ojos sobresalgan y su pupila sea negra brillante. Nunca compres pescado con los ojos hundidos, pupila gris y córnea lechosa.
- Otra característica importante es el color de las agallas, que deben ser rojas o rosa intenso, brillantes, y sin mucosidad. Descarta aquéllos que tengan agallas de color gris o amarillento.
- Tampoco admitas género con olor rancio o a amoníaco. El olor natural del pescado debe ser siempre a mar y algas.
- Por último, ten en cuenta que la carne tiene que ser firme, translúcida, con superficie elástica y lisa. No te lleves a casa un pescado de carne flácida, opaca o rugosa.
En los productos congelados, se recomienda ver el peso neto y peso neto escurrido, porque indica la cantidad de agua añadida que tiene el producto. Según la normativa del etiquetado, el envase debe contener ambas indicaciones, por lo que a la hora de comparar precios, fíjese en el glaseo para saber lo que está pagando, no pague agua a precio de pescado.
La utilización de este tipo de envasado alarga la vida del pescado fresco manteniendo sus propiedades de frescura. Esto permite que el consumidor pueda disponer de alimentos frescos regularmente.
Porque normalmente viene desprovisto de las partes no comestibles con lo cuál solo se paga lo que se come. Además, su consumo no depende de la temporada de pesca y los precios son estables durante todo el año.
Actualmente los datos relativos al etiquetado de cualquier producto, incluidos los pescados, están regulados por reglamentaciones de carácter estatal o bajo las directrices que marca la Unión Europea. Los aspectos más relevantes que deben indicarse en el envase se detallan a continuación:
- La denominación comercial,
- Zona de captura o de cría,
- Nombre y dirección del establecimiento donde se envasa el producto,
- El peso neto,
- El peso neto escurrido,
- Método de producción, si es de acuicultura o pesca extractiva,
- Ingredientes del producto,
- Lote y fecha de caducidad,
- Marcado sanitario.
El envase tiene que estar íntegro, sin roturas, y no debe tener escarcha. El pescado debe mantener siempre su coloración original.
Los productos congelados deben ser los últimos en comprarse antes de volver a casa. Es preferible que no transcurra más de una hora desde que se adquiere el producto hasta que se guarda en el congelador.
Se recomienda utilizar las bolsas isotérmicas.