El fletán se presenta, en la mayoría de las ocasiones, en filetes y tanto su forma como su carne se parecen a la del lenguado. Contiene muy poca grasa, salvo si se cocina frito o rebozado. Como cualquier pescado, el fletán contiene una gran cantidad de fósforo, beneficioso para la formación de los huesos y de los dientes. En comparación a otros pescados, el fletán tiene un alto contenido en vitamina B3, que participa en el aprovechamiento de la energía.
Actualmente los buques pesqueros están equipados con tecnología que les permite tras la captura, congelar a bordo el pescado e inclusive realizar operaciones de eviscerado, corte y fileteado. Este proceso de congelación, se realiza a muy bajas temperaturas y de forma rápida lo que garantiza que se mantengan las mismas propiedades que en el producto fresco.
Gracias a la evolución en los sistemas de congelación, actualmente se ha prolongado el periodo de conservación, por lo que a lo largo del año podemos disponer de cualquier variedad de pescado.
Como resultado del metabolismo de la degradación de proteínas procedentes de la carne del marisco, se produce ácido úrico. Este ácido, cuando no se puede eliminar, se acumula en las articulaciones, donde causa dolor y los ataques de gota.
A la hora de realizar la compra del pescado debemos tener en cuenta aspectos como:
- El olor; debe ser olor a algas marinas, "olor a mar" y rechazar el pescado o marisco con olor a amoniaco.
- El aspecto de la piel; debe ser brillante, de color vivo sin decoloraciones, con las escamas íntegras, sin golpes ni cortes.
- Los ojos abombados, brillantes, de pupilas negras y córneas transparentes.
- Las branquias de color rojo brillante y sin mucosidad.
- La textura de la carne firme y elástica.
Sí, porque se mantiene la textura de la carne y además favorece que la carne se desprenda del caparazón y sea más fácil de pelar.
Se recomienda congelar en cantidades pequeñas para que el proceso se realice más rápidamente y así mantenga todas sus propiedades. Por otro lado raciones más pequeñas nos permiten calcular mejor las cantidades a utilizar y evitar descongelar cantidades que no se vayan a consumir el mismo día.
Debido a que la descongelación favorece el crecimiento de microorganismos, que pueden alterar las características organolépticas de los alimentos. En todo caso, se puede cocinar y después volver a congelar.
La ultracongelación consiste en congelar un producto en un tiempo muy rápido a una temperatura muy baja (inferior a -40ºC), lo que permite conservar al máximo la estructura física de los productos alimenticios, ya que el agua contenida en los alimentos se congela formando cristales de hielo muy pequeños que no dañan la estructura de las células.
El anisakis es un gusano que en estado adulto parasita el estómago de mamíferos marinos. Los huéspedes intermediarios son los peces de consumo humano, y las personas se infectan a través de la ingesta de estos pescados parasitados cuando se consumen crudos o poco hechos. Para evitarlo si vas a consumir pescado crudo, marinado o en escabeche congélalo previamente durante 48 horas a -20ºC. Las larvas de anisakis son sensibles al calor, a unas temperaturas de 55ºC o 60ºC. Esto significa que los productos cocinados completamente son seguros desde el punto de vista de inactivación del parásito.
El pescado azul aporta ácidos poliinsaturados, como el omega 3, beneficiosos para el sistema cardiovascular, además de ácidos grasos como el oleico y el linoleico que son esenciales para el organismo. En general el pescado aporta la vitamina B12, importante para el sistema nervioso, pero concretamente la sardina también aporta las vitaminas A, D y E. Asimismo aporta minerales como el sodio, potasio, magnesio, fósforo y hierro.
El glaseo es una capa fina de agua cuya función principal es evitar la oxidación y deshidratación de los productos.
Los aditivos alimentarios son sustancias naturales o sintéticas que se añaden, de forma voluntaria a los alimentos, no por su valor nutritivo, sino con el fin de ofrecer al consumidor cualidades que demanda como facilitar la conservación, preparación culinaria de los alimentos y una mínima modificación de los productos en el tiempo, sin deterioro de su sabor, color y textura. Los aditivos permitidos se clasifican en diferentes categorías según sus funciones, la letra E, indica que es un aditivo de uso autorizado en la Unión Europea.
Actualmente encontramos el pescado en infinidad de presentaciones, filetes, rodajas, entero, colas, lomos, etc. Además el mercado evoluciona hacia formatos preparados listos para ser utilizados sin necesidad de limpiarlos, principalmente libres de espinas, lo cual hace que sea un producto atractivo y cómodo para la dieta de los niños.