En el mercado nos podemos encontrar el marisco tanto crudo como cocido, por ello presentamos distintos modos de descongelación en función de la preparación que vayamos a realizar:
Para hervirlo
Poner en el fuego un recipiente con agua y unas hojas de laurel. Cuando el agua hierva, añada abundante sal y el marisco sin descongelar. Déjelo cocer el tiempo que corresponda según el tipo de marisco. Una vez cocido retírelo, escúrralo y déjelo enfriar.
Poner hielo tras la cocción es un buen método para enfriar y mantener la textura de la carne. Además este enfriamiento brusco, favorece que la carne se desprenda del caparazón y sea más fácil de pelar.
Marisco ya cocido
Para su descongelación, deposite el marisco en la parte baja del frigorífico el día anterior a ser utilizado. Una vez descongelado, prepárelo al gusto.
Para consumirlo tibio, la mejor opción es calentarlo al vapor directamente congelado.
Para hacerlo a la plancha
Para su descongelación, deposite el marisco en la parte baja del frigorífico el día anterior a ser utilizado. Una vez descongelado, ponga al fuego una sartén o una plancha, y cuando esté bien caliente, cubra el fondo con sal. Una vez el marisco esté escurrido, cocínelo vuelta y vuelta y una vez hecho sírvalo en un plato con limón, salsa rosa o mayonesa.